Profr. Armando Nicolás Moreno Herrera

A casi dos años que escribí la nota acerca de mis tíos Saturnina, Mario y Jesús Fraustro Campa, les comparto que días antes de cumplir un centenario de vida, nos dejó mi abuelita Ana María Fraustro Campa, mamá de mi papá el Profr. Baltasar Moreno Fraustro. Quiero comentarles que 15 días antes de que ocurriera este hecho, la visitamos allá en General Cepeda, Coahuila, donde residía en casa de otro de sus hijos, mi tío Ramón y una de sus nietas, quien los atendía a ambos y cuyo nombre es Griselda, a quien por este medio doy mi eterno agradecimiento por haberle brindado atención y cuidados a mi abuelita Anita. Lo que quiero contarles es que mi abuelita estuvo acompañándonos  y se veía fuerte. Ella acostumbraba rezar sentada, ya sea en su cama o bien, en su silla preferida bajo la sombra de un tejabán y, cuando íbamos saliendo con rumbo a San Pedro, se levantó y, ágilmente bajó para darnos su bendición. Días después recibimos la noticia de su fallecimiento. Dios la tenga en su santa gloria. Descanse en paz mi abuelita Anita.